Blog personal comenzado en 2002 y abandonado en 2013. Esto es lo que había antes de las redes sociales :)
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sábado, 13 de septiembre de 2008
Sushi a domicilio
Hoy he pedido a domicilio el combinado de salmón de 15 piezas (18 euros) de SushiClub (96 344 44 44). Muy bueno, muy rapido. El transporte gratuito para Valencia ciudad.
miércoles, 27 de agosto de 2008
El horror de SAKURA
foto juan candela
Hoy he tenido una interesante experiencia que quiero compartir. Si te has portado mal y decides expiar tu culpa, te recomiendo el Menú del día "A" del restaurante "japones" Sakura en la calle San Francisco de Borja, 7 de Valencia.
Por 12 euros podrás ingerir:
-Una taza compuesta por un pepino rebanado (unas 60 rebanadas sin exagerar) sumergido en salsa de soja. Cuando llevaba comidos 7 u 8 trozos he tenido un acceso de lucidez y lo he apartado al lado opuesto de la mesa.
-Un cuenco con una sopa aguada que sin duda no he sabido apreciar porque no llevo 15 horas seguidas en ayunas cavando zanjas.
-Dos rollitos extraños que he devorado sin miramientos.
-Dos pinchos de una carne nauseabunda cuyo origen sólo ha reconocido mi vello pectoral y especialmente el que me rodea los pezones, que se han erizado de pavor.
-Un cortado (muy repugnante).
Pero siendo esta experiencia degustativa sin duda interesante, nada comparado con el ambiente del local. Mientras degustaba, con ostensibles signos de desaprobación, las viandas, tres chinos me miraban fijamente con la misma cara de atenta indiferencia con que los orangutanes observan las evoluciones de los insectos en los testículos de sus congéneres. Ahora ya sólo deseo volver para probar los menús B, C y D.
Por 12 euros podrás ingerir:
-Una taza compuesta por un pepino rebanado (unas 60 rebanadas sin exagerar) sumergido en salsa de soja. Cuando llevaba comidos 7 u 8 trozos he tenido un acceso de lucidez y lo he apartado al lado opuesto de la mesa.
-Un cuenco con una sopa aguada que sin duda no he sabido apreciar porque no llevo 15 horas seguidas en ayunas cavando zanjas.
-Dos rollitos extraños que he devorado sin miramientos.
-Dos pinchos de una carne nauseabunda cuyo origen sólo ha reconocido mi vello pectoral y especialmente el que me rodea los pezones, que se han erizado de pavor.
-Un cortado (muy repugnante).
Pero siendo esta experiencia degustativa sin duda interesante, nada comparado con el ambiente del local. Mientras degustaba, con ostensibles signos de desaprobación, las viandas, tres chinos me miraban fijamente con la misma cara de atenta indiferencia con que los orangutanes observan las evoluciones de los insectos en los testículos de sus congéneres. Ahora ya sólo deseo volver para probar los menús B, C y D.
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