San Lorenzo nació en Huesca. Según la leyenda, Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera, concretamente en una parrilla, cerca del Campo de verano, en Roma. Se dice que en medio del martirio, exclamó: Assum est, inqüit, versa et manduca (‘asado estoy, denme vuelta y coman’). También es cierto que avisado iba, porque el prefecto de Roma le dijo: «Osas burlarte de Roma y del Emperador y padecerás. Pero no creas que morirás en un instante, lo harás lentamente y soportando el mayor dolor de tu vida».
La leyenda dice que entre los tesoros de la Iglesia confiados a Lorenzo se encontraba el Grial.
La leyenda dice que entre los tesoros de la Iglesia confiados a Lorenzo se encontraba el Grial.
